Valencia se despide de las fiestas con la “Cremà”

València ha dicho adiós esta madrugada del lunes al martes a las Fallas 2018 con la tradicional “Cremà” de los más de 700 monumentos de la ciudad. La lluvia que ha caído a lo largo de la tarde y el viento, que ha soplado con cierta intensidad, no han impedido cumplir con la tradición de reducir los muñecos a cenizas e iniciar así el nuevo ciclo fallero de arte efímero.

La última falla en quemarse, como cada año, ha sido la falla municipal, situada en la plaza del Ayuntamiento, que este año lo ha hecho con retraso. A las 1.20 horas un espectáculo de fuegos aéreos, disparado por la pirotécnica Reyes Martí, la primera mujer al hacerlo, ha marcado el inicio del fuego. Encargada este año a una de las referencias del arte urbano, Okuda San Miguel, la falla del Ayuntamiento de Valencia ha sido una de las más coloristas e innovadoras de las últimas ediciones. Con el lema ‘Equilibrio universal’ y casi 30 metros de altura, la obra estaba llena de icónicas formas geométricas como árboles, ladrillos, cabezas o animales.

La construcción de la propia falla y el deseo de que estos monumentos sean cada vez más sostenibles y menos contaminantes ha hecho que la combustión de esta obra haya sido más lenta y dure casi una hora, todo ello en la ‘Cremà’ más fría en 20 años (8,2 grados), según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología. Entre las autoridades que han visto cómo se ha quemado estaban el president de la Generalitat, Ximo Puig, el alcalde de València, Joan Ribó, y el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, que han arropado a la fallera mayor, Rocío Gil, y su homóloga infantil, Daniela Gómez, ante sus últimas horas como reinas de la fiesta.

A medianoche se ha procedido a la quema de todas fallas de València, a excepción de la falla que ha ganado el primer premio de la Sección de Especial, la falla Convento de Jerusalén-Matemático Marzal. Dos horas antes, los monumentos infantiles han sido los primeros en ser engullidos por el fuego. A las 22.30 horas se ha quemado la falla infantil que ha obtenido el primer premio de la Sección Especial (Mestre Gozalbo-Conde Altea). A continuación, a las 23 horas, lo ha hecho la falla infantil municipal, ‘El pequeño príncipe’.

En esta edición, las Fallas de València han quemado un total de 6,7 millones de euros en 770 monumentos repartidos en todo la ciudad. Es la segunda vez que se han plantado desde que la fiesta recibiera el reconocimiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco a finales de 2016.

Pendientes del cielo y extremando las medidas de seguridad de los Bomberos, las Fallas han despedido una edición que ha cumplido las expectativas turísticas, con cifras de ocupación hostalera superiores al 90%, según las primeras estimaciones. Después de los atentados yihadistas en Barcelona y Cambrils, la alerta terrorista ha hecho que sea una de las ediciones con más presencia policial, con protocolos de evacuación y emergencia renovados y cierre de las estaciones de metro y túneles al centro de la ciudad durante los espectáculos pirotécnicos y las horas de más aglomeraciones.

El único incidente destacable de la noche ha sido una carcasa del castillo previo a la ‘Cremà’ ha explotado a baja altura en la falla Cuba-Literato Azorín, donde se encontraban algunos falleros, aunque afortunadamente no ha producido daños personales, según han informado fuentes de los Bomberos.

El CICU ha movilizado una ambulancia, pero finalmente no ha llegado a intervenir, ya que no ha habido heridos pues los afectados únicamente presentaban ropa chamuscada. Durante el día de hoy, los bomberos de Valencia han realizado una veintena de servicios para sofocar pequeños incendios de papeleras y contenedores, así como una decena más para sanear fachadas y caídas de ramas de árboles.